Marca personal

Los atributos de marca personal, clave para alcanzar tus objetivos profesionales

El nacimiento de los blogs y más tarde de Facebook marcó un antes y un después en la presencia como individuos en Internet. En un principio algunos se centraron en desplegar su ámbito más social, aunque posteriormente evolucionó hacia la parte más profesional, con la llegada de otras plataformas como LinkedIn o Twitter.

Más allá de la identidad digital, la mayoría de las personas se han visto en la tesitura de trabajar la marca propia, no sólo para destacar en una red social, sino para lograr sus objetivos profesionales y para tener mayor control de su información en Internet.

Lograr un buen posicionamiento de la marca personal es cada vez más complicado y se necesita de un proceso de reflexión personal para trazar una estrategia coherente a largo plazo.

El primer paso para hacer una marca personal consistente es tener el objetivo claro de qué quieres conseguir: un mejor trabajo, más clientes, ser referente en un ámbito concreto, etc… Una vez lo tienes claro, lo siguiente es definir los atributos de marca.

Gracias a ellos, sabrás quién eres, qué aportas y en qué te diferencias del resto de profesionales similares a ti.

¿Qué son los atributos de marca personal?

Los atributos de marca personal son aquellos conceptos que te definen y que, en su conjunto, te hacen diferente a otros. No pueden ser básicos o genéricos, hay que dar con aquellos que te hacen único y en lo que puedes aportar tu verdadera ventaja competitiva. Estos serán la base para desarrollar un buen storytelling o relato sobre ti y tu perfil profesional con el que ser capaz de transmitir tu valor.

¿Cómo definirlos?

Para empezar, debes situarte en quien te está buscando: un cliente, un headhunter, una empresa… para entender cómo te busca. Sea quien sea, nunca te buscará con generalidades del tipo: “soy bueno liderando equipos”, “estoy enfocado a resultados”, “gestiono negocios”. Es necesario bajar a cuestiones más concretas como: “Soy bueno liderando equipos de ingenieros deslocalizados”, “He gestionado presupuestos de hasta 20M de euros”, “Tengo experiencia de más de 10 años en proyectos de sostenibilidad, sobre todo medioambiental”.

Para acertar con tus atributos de marca personal, comienza por examinar los sectores que conoces o en los que has trabajado, las actividades concretas que has desarrollado, los idiomas que hablas o los países en los que has vivido o con los que has trabajado. Profundiza en las actividades que has desarrollado a lo largo de tu trayectoria y no te quedes sólo con el título de los puestos que has desempeñado sino con lo que has hecho en cada uno de ellos. 

Una vez que tengas definidos entre cuatro y seis atributos de marca personal, justifícalos a través de datos, cifras, lugares, países, nombres de empresas, puestos de trabajo, número de personas en tu equipo, tipo de proyectos, etc… para que puedas contar tu historia y no la de cualquier otro.

A continuación, ha llegado el momento de crear un storytelling o relato profesional, resumen de quién eres y qué puedes aportar. Con eso, conseguirás un error bastante común, que es contar tu historia por orden cronológico desde que acabaste la carrera. Si tu carrera es cambiante, no conseguirás por este método convencer a tu interlocutor sobre lo que realmente quieres. Si, por el contrario, haces hincapié en lo que te interesa y lo justificas con datos, quien tienes al otro lado captará lo relevante.

Definir bien los atributos de marca personal junto con el storytelling te facilitará poder contar tu historia por el medio que prefieras: personalmente, en Linkedin, ante un headhunter, con un cliente, en una entrevista con una persona de RRHH, etc… Y, sobre todo, te permitirá ampliar opciones profesionales sin dudar en qué eres diferencial.

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